Estamos demasiado acostumbrados a las ensaladas de lechuga y tomate… aunque poco a poco vamos incorporando otros ingredientes. Espinacas, rúcola, escarola, canónigos… Y, ¿por qué no? Queso, nueces, maÃz, y zanahorias, ¡a tu gusto!
Lo principal es su sabor, aunque este mes queremos hablarte de las propiedades de cada una de sus posibles variantes.
Lechuga:
El cultivo de la lechuga comenzó hace 2.500 años. Los romanos ya tenÃan la sana costumbre de consumirla justo antes de acostarse y después de una cena abundante, para conciliar mejor el sueño.
La lechuga es un alimento que aporta muy pocas calorÃas por su alto contenido en agua, su escasa cantidad de hidratos de carbono y menor aún de proteÃnas y grasas.
Favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones, y es rica en vitaminas A, C y E.
Recuerda que, a pesar de lo que se cree, las hojas más externas de la lechuga concentran la mayor parte de vitaminas y minerales)
- Facilita las digestiones: Por su composición nutricional y riqueza en enzimas, la lechuga tomada como entrante facilita la digestión de la comida y tonifica el estómago.
- Mejora el tránsito intestinal: Su contenido de fibra previene o mejora el estreñimiento y contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre.
- Antioxidante: La lechuga es fuente de antioxidantes, en concreto de beta-caroteno y vitaminas C y E. Los antioxidantes bloquean el efecto dañino de los radicales libres.
- Induce al sueño: A la lechuga se le atribuyen también propiedades anestésicas, sedantes y somnÃferas.
Rúcula:
También conocida hace más de 2000 años por los romanos, que la recolectaban por sus dones afrodisÃacos (su contenido en triptófano es bastante alto).
Contiene:
- Hierro
- Magnesio
- Potasio (le confiere efecto diurético)
- Betacaroteno
- Vitamina C
Escarola:
La escarola contiene un 94% de agua, y mucha fibra, por lo que es ideal para las dietas de adelgazamiento. Favorece el tránsito intestinal, es un potente diurético, previene la anemia y fortalece el sistema inmunológico.
La escarola contiene:
- Vitaminas: A, C, B1, B2
- Minerales: Potasio, Calcio, Fosforo, Sodio, Hierro
Espinacas:
Fueron los árabes quienes en el siglo XI introdujeron la espinaca por primera vez en España, aunque se desconoce su origen exacto.
También están compuestas en su mayorÃa por agua, pero es uno de los vegetales más ricos en proteÃnas.
En relación con su riqueza vitamÃnica, las espinacas presentan cantidades elevadas de provitamina A y de vitaminas C y E, todas ellas de acción antioxidante. Asimismo es muy buena fuente de vitaminas del grupo B.
- Buena para la vista: Las espinacas ayudan a prevenir la pérdida de visión ocasionada como consecuencia de la degeneración de la mácula del ojo y, por lo tanto, actúan como protectores frente al desarrollo de cataratas.
- Embarazadas: Su excelente contenido en folatos, hace que su consumo sea muy aconsejable, ya que la deficiencia de esta vitamina en las primeras semanas de embarazo puede provocar en el bebé espina bÃfida o anencefalia.
- Anemias:En la espinaca abundan el hierro y el ácido fólico.
Canónigos:
Como curiosidad apuntar que se dice que su nombre se atribuye a la costumbre de dar esta hortaliza a los canónigos, por sus propiedades relajantes y anti-estimulantes, facilitando asà que no pecaran. Otras propiedades de este alimento son que facilitan la digestión y fortalecen el cabello y las uñas.
Los Canónigos contienen yodo, hierro, potasio, fósforo y vitaminas A, B, C y E.
Hay muchos más ingredientes para ensaladas, aquà te proponemos tan sólo un comienzo ideal para primavera y verano… ¿y ahora, qué te apetece cenar?
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